4 jun 2010
El redescubrimiento de América: Películas en inglés y mis “pasajes bíblicos”
Hace ya algunas semanas, en un post anterior, mencioné que crecí viendo películas. Como cualquier otro niño en España, yo veía esas películas en español, dado que en España la mayoría de las películas provenientes del EEUU se doblan al español desde los albores del cine sonoro. El motivo principal era que, en dicha época, encontrar en España un angloparlante era una ardua tarea, por lo que para llegar al gran público los filmes necesitaban ser en español. Y en la actualidad, ya sea por defecto, dejadez o deseo de no dañar tan sublime gremio (los dobladores españoles se merecen un post aparte, sin duda), las películas estadounidenses y extranjeras en general son todavía, en su gran mayoría, dobladas al español. Sea como fuere, yo deglutía películas (visualmente hablando, se entiende) con avidez y frenesí. Además, para mí no eran una simple forma de pasar el tiempo sino valiosos documentos de culto tremendamente útiles para la configuración de mi micro universo personal.
Pues bien, después de llevar ya un tiempo en EEUU, absolutamente inmerso en esta cultura, he llegado a entender los filmes en versión original –bueno para hacer honor a la verdad debería decir la mayoría de filmes, porque algunas veces determinados personajes, dejes o entonaciones se me escapan. Como consecuencia, ha aparecido ante mí un nuevo universo de posibilidades ya que, ahora, todas aquellas películas fetiche de las que hablaba antes, se han convertido como por arte de magia en prístinas obras cinematográficas, en tiernas y apetecibles vírgenes fílmicas para mis ojos. Me siento, por tanto, como si las hubiese redescubierto y estuvieran ahí, disponibles, por primera vez.
Se hace difícil explicar las sensaciones que experimento cuando cojo (con permiso de los usuarios latinoamericanos) una de esas películas y la veo de nuevo. Una inefable mezcla de emoción y nostalgia anega mi ser y dibuja una sonrisa tontorrona en mi cara. Además, mi entendimiento del film así como el recuerdo que tengo del mismo queda modificado en mayor o menor medida.
Además de la película como obra, desde mi infancia he mantenido vivas las escenas y los diálogos más significativos de cada film, líneas que son parte de la historia del cine y por ende míticas e inolvidables para mí. No en vano puedo recitar esos fragmentos como las beatas y beatos recitan pasajes bíblicos. A continuación se muestran aquellos que me vienen ahora mismo a la mente, sabiendo que muchos otros están cayendo en el olvido:
Este es mi favorito: No llueve eternamente… mágico.
Poesía para mis oídos, nunca imagine que Arnold Schwarzenegger hablase como el clásico y estereotipado alemán de cabeza cúbica, ¡Todo un hallazgo! No te pierdas su “desayuno”:
Forrest cambió mi visión de EEUU para siempre. Además, me parece increíble que este entrañable ser jamás supo lo que eran bombones (desde el 3:28 al 3:38):
En la historia del cine, nadie describió a otra persona tan memorablemente como lo hizo el Coronel Trautman:
Rutger Hauer condicionó fatalmente su carrera como actor al interpretar al lider replicante Roy Batty. Alcanzó entonces su culmen como profesional y desde entonces nada ha vuelto a ser lo mismo para él. He visto cosas… (sencillamente inenarrable):
Ver estas películas de nuevo, en inglés, es simplemente increíble, y todo gracias a esta aventura que comencé hace ya un año y cinco meses. Es más, puedo decir que si, hipotéticamente, no me hubiese sacado el master o no hubiera tenido la oportunidad de trabajar en Nueva York esta experiencia todavía habría merecido la pena. Y no solo por haber aprendido el idioma, sino especialmente por ellas, por las películas…
Y para terminar, aquí dejo un mensaje; recordadlo si jamás volveis a verme o a hablar conmigo (desde el 1:04, también desde el 0:56): Los edificios arden, la gente muere, pero…
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