17 may 2010

Memorias de la infancia: Los cuadernos de páginas amarillas y los lápices HB2 con goma de borrar.

My version de la Estatua de la Libertad (colección personal)

Lo sé, has leído el título de esta entrada, te parece una tontería y has estado a puntito de dejar de leer. Está bien, no voy a tratar de convencerte de lo contrario, aunque la cosa tiene su historia. ¿Quieres leerla?

Cuando era pequeño solía ver películas en cantidades ingentes. Según mi madre, eran la única forma de que me estuviera quieto, porque aunque nunca se me diagnosticó los indicios nos llevan a pensar que era hiperactivo –familiarmente un cabroncete con pintas-.
Como consecuencia de este visionado masivo de filmes todavía hoy tengo numerosos recuerdos aislados de los mismos, que me retrotraen a mi infancia y me llevan a la melancolía más lacerante.
Estos recuerdos se han hecho especialmente patentes durante este tiempo en los EEUU ya que las mencionadas películas mostraban hábitos, constumbres y todo tipo de detalles de esta vida made in USA que ahora tengo oportunidad de experimentar. Y de entre estos recuerdos hay uno que especialmente llama la atención. Uno que me vino a la cabeza súbitamente durante mi primera mañana en EEUU, cuando conocí el departamento de idiomas en el que iba a trabajar los próximos meses. Aquella mañana de enero Nikki (la asistente de administración también conocida como secretaria) me estaba enseñando el lugar y cuando arribamos a la diminuta habitación del material sucedió: allí estaban, dispuestos en sus estanterías frente a mí y a mi izquierda respectivamente, una pila de cuadernos de páginas amarillas y varias cajas de lápices HB2 con goma de borrar incorporada.


Nikki me sugirió que cogiese todo aquello que necesitase; como tenían variedad y cantidad, podría haber cogido bolígrafos de los de toda la vida y un cuaderno clásico de espiral con sus tapas y todo aunque, claro está, desestime tal opción. Lo hice porque quería tener, como era menester (así lo veía yo) mi propio cuaderno de páginas amarillas y mis lápices HB2 con goma de borrar incorporada. Desde ese día he visitado la salita del material en varias ocasiones pero el material que escogido ha sido siempre el mismo.
¿Por qué? Pues porque cuando era niño y veía las clásicas películas de adolescentes siempre me preguntaba por qué los estudiantes estadounidenses no usaban los cuadernos de hojas blancas, tapas y espiral que nosotros utilizábamos en España. En vez de estos, ellos usaban esos raros cuadernos de hojas amarillas y sus lápices HB2 con goma de borrar incorporada. ¿Quién iba a querer usar esos cuadernos de hojas amarillas si en las hojas blancas de los normales se ve todo más claro y además tienen tapas que protegen todo lo que estás escribiendo? (esto último suena un poco estúpido, pero hay que tener en cuenta que en aquel momento era un niño).
Además, no tenían espiral a la izquierda por lo que no podías escribir en ambos lados de la hoja, lo cual era incomprensible. Sin embargo, siempre llegaba a la conclusión de que sería interesante usarlos porque tenían su encanto, aunque nunca acerté a adivinar por qué (quizá porque las bolas de papel hechas de hojas amarillas son más molonas, no sé…).
Por otro lado en España, cuando yo era un tierno infante, tan pronto como tu capacidad para escribir estaba más o menos desarrollada se te obligaba a escribir con bolígrafo. Así se pretendía que mejorásemos la precisión al escribir (usando un lápiz los tachones se pueden borrar con una goma). Los profesores nunca nos permitían usar lápices en nuestros cuadernos y por supuesto no podíamos usarlos en los exámenes. A consecuencia de esto yo, que siempre fui escribiente propenso a errores (supongo que me acelero con facilidad), nunca tuve cuadernos que medianamente presentables; los tachones adornaban sus páginas por doquier. Por eso siempre deseé estar en una de esas películas en las que los estudiantes podían usar su lápiz con goma de borrar, el mismo que también nosotros teníamos pero que nos estaba prohibido utilizar. Anhelaba gozar de libertad al escribir, pudiendo corregir tantas veces como me viniera en gana. Por desgracia, esto nunca ocurrió.



¡El potro de tortura de los sueños!


En cualquier caso, aquel día en la salita del material estos recuerdos baladíes me vinieron a la mente y propiciaron la simbiosis entre los cuadernos de páginas amarillas y los lápices BH2 con goma de borrar y un servidor. ¿Es esto la mayor gilipollez que has oído en los últimos días? ¿Es un sueño de la infancia hecho realidad? Quizás, puede ser, no sé…



16 may 2010

Si quieres ser alguien en Arkansas, 2ª parte: La ropa de camuflaje


EEUU y el estado de Arkansas "camuflado" (Colección personal)


Tal y como comenté en una entrada anterior, durante mi estancia en Arkansas he podido percibir la existencia de diferentes elementos que uno debe poseer si desea ser considerado un auténtico Arkansawyer. Si eres lector de este blog ya sabes cuál debería ser tu vehículo: la camioneta/truck, en cualquiera de sus múltiples modelos y formas. No obstante, esto es solo el comienzo. El siguiente elemento que necesitas es quizás más importante, algo que va siempre contigo y que muestra a todos aquellos a tu alrededor quien eres: Un Arkansawyer.

Grosso modo, el concepto que acaba de ser descrito lo suele desarrollar la ropa, sea cual sea el grupo o clan al que quieras pertenecer. En la sociedad estadounidense encontramos claros ejemplos: Si quieres ser un rapero, deberás llevar ropa tres o cuatro tallas más grandes, los pantalones caídos a más no poder –aquí he visto individuos que apenas pueden caminar pero que se sienten encantados de mostrar lo que son-, zapatillas Jordan y collares grandes y brillantes (en la mayoría de los casos escandalosa bisutería “fina”). Si quieres ser considerado un/a hermano/a de una fraternidad (masculina o femenina) lo que necesitas vestir es cualquier atavío que lleve serigrafiados, bien grandes, los caracteres distintivos de la fraternidad en cuestión. Finalmente, si tu deseo es llevar puesto un capirote y una túnica blanca, especialmente en la zona sur de EEUU, la cosa está bastante “KKKlara”.

Pero volviendo al asunto arkansawyer, ¿qué es lo que se necesita llevar puesto para convertirse en “uno de ellos”? A lo mejor (y probablemente antes de que leas esta entrada) pensabas que el mejor atuendo para parecer un arkansawyer era ropa de granjero o el típico traje de vaquero. Sin embargo, como el título de esta entrada sentencia, para ser un genuino arkansawyer lo que de verdad necesitas es ropa de camuflaje.



Un idividuo cualquiera encontrado en Walmart *

Se entiende que te estés preguntando ¿y por qué? ¿Acaso visten esta ropa de camuflaje para mimetizarse con el paisaje y conservar al máximo su privacidad? Dado que los lugareños lo usan durante su vida diaria (ir a la compra, a la universidad, etc.) yo diría que no. ¿Son la mayoría de los arkansawyer –mujeres, niños y ancianos incluidos- amantes de la caza? Esto podría ser una razón convincente pues de hecho hay gran cantidad de cazadores en esta zona, cazadores de patos, de ciervos… y de comida grasosa también.
No obstante he visto demasiada gente en ropa de camuflaje como para creer que todos ellos son cazadores (pertenecientes los dos primeros tipos, me refiero).
Por lo tanto, la siguiente pregunta permanece irresoluta: ¿Por qué los arkansawyer llevan ropa de camuflaje? Pues bien, la respuesta a esta pregunta es la misma que respondía a por qué los entrañables locales de Arkansas usan trucks: llevan este atuendo, esencialmente, para sentirse auténticos arkansawyers. Así, para reforzar el sentimiento de unión hacia el grupo arkansawyer este tipo de ropa se convierte en fundamental: Para ser “uno de ellos/nosotros” tendrás que llevar al menos una gorra de camuflaje.


Una gran variedad de gorras de camuflaje pueden ser adquiridas en los establecimientos locales

Para ir más allá y sentirse plenamente integrado, la chaqueta o abrigo de camuflaje es altamente recomendado. Para los más atrevidos, el chaleco o incluso el peto con botas de goma incorporadas son opciones inmejorables.
Esta significativa costumbre a la hora de vestir lleva a preguntarse cuál fue el motivo que dio origen a la misma. Muy probablemente estos atuendos los solían llevar aquellos locales dedicados a la caza y poco a poco se convirtieron en objetos de moda para el resto. Quizás esos cazadores primigenios eran considerados gente carismática o poderosa entre sus congéneres, lo que propició que estos últimos desarrollaran lo que René Girard denominó deseo mimético, aspirando por medio de sus vestiduras a parecerse a estos “admirables” individuos arkansawyer.


Además, puede que te estés preguntando cuál es el tipo de camuflaje al que estas líneas se refieren, si es como el de los marines en Iraq o Afganistán o más bien como el que lleva Schwarzenegger en Comando. Pues bien, como se puede observar en las fotografías anteriores, los arkansawyers tienen su propio tipo de camuflaje. Buscando en internet he podido averiguar que el camuflaje arkansawyer es el utilizado para cazar patos. Los colores y motivos están diseñados para que los cazadores puedan mimetizarse con el hábitat natural de los patos: lagos, pantanos y marismas, donde los árboles y plantas son de un color verde apagado, marrón y hasta gris. Consecuentemente, el camuflaje sería algo así:

La muestra de color del camuflaje Arkansawyer

Voluminosos cazadores enseñando sus presas


Por otro es interesante comentar que este tipo de ropa puede ser adquirida fácilmente en establecimientos no especializados como Walmart. Este invierno tenían una colección de camuflaje arkansawyer bien completa para hombres, mujeres y niños. Tras este tiempo viviendo entre ellos puedo corroborar que los arkansawyer se atreven con toda clase de prendas, desde las mencionadas gorras y chaquetas hasta la bizarra gomilla de las gafas de sol de camuflaje. Ya sé que quizá estás pensando ¿cómo la gomilla de las gafas de sol te puede ayudar a camuflarte? Pero no debes olvidar que, como dije previamente, mimetizarse con el entorno no es el propósito; si estás en Arkansas y llevas ropa de camuflaje es, de todas todas, porque eres o quieres ser un auténtico arkansawyer.

* Era broma. Ese individuo es my compañero de apartamento.


muestra de color del camuflaje Arkansawyer:
http://www.zazzle.com/duck_hunting_camo_magnet-147534676099799595
Cazadores: http://skylakeduckhunting.com/assets/pho_duck-hunting_08.jpg

3 may 2010

Memphis Revisitado: El Hotel Peabody, Hu-Xiao y la Kookamonga Burger



Hace tres semanas volví a Memphis porque tenía que presentar un trabajo de investigación en SSCA Annual Convention. Esta conferencia tuvo lugar en el Hotel Peabody, un fastuoso alojamiento en el epicentro de Memphis decorado a la antigua usanza, como del siglo XIX: Un lujoso hall, estilosos teléfonos antiguos por todas partes, luces amarillentas que contrastaban con el parduzco tono de la madera de las paredes y los muebles, un olor mezcla de bolas de naftalina y madera…. en fin, alto copete. La decoración era tal que durante el tiempo que estuve allí me sentí como si estuviese en la película de Titanic, pero sin DiCaprio ni hundimiento de por medio.

El hall del hotel Peabody.

Además de quedar fascinado por el aspecto del hotel también quedé sorprendido por la curiosa tradición que tuve oportunidad de presenciar: el paseo de los patos del Peabody, una popular costumbre –para las gentes de Memphis, supongo- que consiste en llevar a unos cuantos patos desde el la parte de arriba del hotel hasta la famosa fuente situada en el centro del hall. Los patos circulan por una alfombra roja y son guiados por el “maestro de los patos”. Por lo que he podido saber hacen esto cada día y el motivo es, cuanto menos, peculiar. Se puede leer –en inglés- en la siguiente dirección:http://www.travbuddy.com/The-Peabody-Duck-Walk-v192755




Este sin igual entorno no fue lo único reseñable del viaje, hubo algo más que contribuyó a hacerlo especial: Hu-Xiao, mi compañero del máster chino. Con él pasé todo el día y por lo tanto el intercambio cultural fue inevitable. Yo, como es habitual, le acribillé a preguntas y él, amable y abierto como pocos, contestó sin ningún inconveniente, preguntándome también sobre la cultura española. Me contó muchas cosas sobre China y su ciudad, Pekín, y debo decir que consiguió que mi imagen de los chinos y su cultura haya cambiado significativamente.

Hu-Xiao me habló primero sobre sus años en el instituto y sobre su agitada vida social (era, según él, un fiestero). No obstante me cuesta imaginar a alguien de China siendo un fiestero, pero si él lo dice yo le creo. Me contó que en China tienen discotecas, que la gente también bebe y que allí en la “discoteque” la gente suele hacer, en general, lo mismo que los occidentales en sus respectivos países –de nuevo los prejuicios por los suelos, como es costumbre-.

Por otra parte me comentó que la sociedad China está claramente desequilibrada ya que allí el 10% de la gente posee el 90% de la riqueza, lo cual provoca unos cuantos super ricos e ingentes cantidades de pobres (el cuento tercermundista por excelencia, por cierto). Me contó además que hay corrupción, que la elite son básicamente políticos y familias adyacentes y que por supuesto existe censura –aunque según él no es para tanto-; me confirmó también que los conflictos entre diferentes entre China y los países de su alrededor (Tibe, Taiwan o Mongolia) están en el candelero por aquellas tierras.

Todo lo que me dijo me hizo pensar muy y mucho acerca de las predicciones de expertos –y no tan expertos- sobre China desbancando a EEUU como la gran superpotencia. Después de escuchar a Hu-Xiao yo me pregunto ¿Puede un país que carece de clase media, bienestar social y respeto por los derechos humanos llegar a ser el nuevo líder mundial? Y de ser así, ¿Es esto moralmente aceptable?

A mi parecer, los políticos en China son tremendamente astutos porque dirigen el gigante asiático echando mano de los puntos positivos del comunismo y del capitalismo. Pero esos “puntos buenos” lo son desde su punto de vista ya que los mezclan desde una perspectiva económicamente voraz y para su propio beneficio: Al pueblo se le requiere orden absoluto y trabajar unido y por igual para beneficio de la nación. Producir para China es lo único que interesa y se busca que nada interfiera en dicha producción; así, la religión, según Hu-Xiao, apenas existe entre la población china –se podría aventurar que la gente ya es sumisa de por sí, luego no se necesita-.

Sin embargo a pesar de esta perspectiva comunista los dirigentes políticos permiten que la empresa privada (extranjera incluso mejor) explote a un pueblo chino pobre, dócil y alienado por el espíritu comunista, que se convierte en una presa fácil y jugosamente explotable para las corporaciones. Queda por tanto claro que ese comportamiento comunista de las masas chinas se acopla perfectamente al capitalismo más insaciable. Las empresas, con vía libre por obra y gracia del gobierno, producen de forma masiva y con costes exiguos, maximizando así los beneficios para todas las partes excepto para el pueblo. En cualquier caso se debe reconocer que el crecimiento de China en los últimos años es sorprendente y que su gente (trabajadores infatigables, decididos y muy organizados) son dignos de admirar.


Hu-Xiao, mi compañero de clase.

Por otro lado, China es un lugar lleno de gentes, comida y culturas diferentes. Hu-Xiao me explicó que existen muchísimos tipos de comida dependiendo de la región (más y totalmente diferentes a las que aparecen en el menú del restaurante chino del barrio), que en China puedes encontrar cualquier clima imaginable y que hay muchas religiones diferentes, aunque que no estén muy extendidas entre la población. Además la gente en China es tímida pero amable y les encanta recibir visitantes. De hecho se suelen sorprender cuando vienen y es normal verles preguntar a los foráneos si puede hacerse una foto con ellos.

Por último Hu-Xiao también me dijo que le encanta el fútbol y que va a animar a España en el Mundial, por lo que se le debe reconocer su buen gusto futbolístico.

Después de presentar nuestros trabajos y finiquitar así la conferencia estábamos muertos de hambre. Tras un par de vueltas por los alrededores decidimos entrar en el Kooky Kanuck. Y qué clase de antro es este, te preguntarás. Todo lo que debes saber acerca de tan pintoresco establecimiento es lo siguiente: Kookamonga burger, una hamburguesa de casi 3 kilos y medio. Si te la comes en menos de una hora no pagas por ella y además ponen el plato con tu firma o tu foto en la pared. Obviamente entramos sin dudarlo pero al preguntar la decepción se apoderó de mí: Tardaban en cocinarla una hora y no teníamos tiempo para estar allí esperando por lo que el reto quedó descartado. Después de un enriquecedor día volvimos a casa satisfechos pero yo no pude evitar sentir algo de resquemor. Hasta hoy me he olvidado de la Kookamonga burger y tarde o temprano un plato con mi firma colgará de esa pared; de no ser así al menos volveré para intentar la machada al 200%.


Foto de la Kookamonga burger: http://crazy-eats.com/