Ha pasado ya un tiempo desde la última vez que escribí unas líneas aquí. Esto se podrá tomar como consecuencia de múltiples razones: el exceso de trabajo, la carencia de sucesos relevantes en mi vida o simplemente pura vaguería. Yo diría que la causa ha sido la combinación de las tres. Sin excusas, solo verdad clara como el agua, clara, aunque para hacer honor a la misma debo decir que siempre sucede algo a mi alrededor, aunque no decida escribir sobre ello.
Sea como fuere, ha llegado el momento de revertir la situación. Últimamente mis falanges (por qué escribir dedos, ¿verdad?) están poseídas por un extraño picor que me lleva a golpear las teclas de este maltrecho ordenador en cualquier momento y sin ningún objetivo en concreto. Tan solo el de juntar palabras que den forma a pensamientos que son en su mayoría deslucidas interpretaciones de una realidad que cada más me parece no ser tal. Voy a aprovechar esto para compartir una miajita –permítaseme el “extremeñismo” - de mí con cualquier posible visitante de Alejanblog pero tened en cuenta que quizá estéis malgastando vuestro valioso tiempo mientras leéis estas líneas. Solo aviso…